Todos sabemos reconocer el maltrato cuando lo vemos o cuando lo padecemos. Pero muchas veces somos nosotros mismos los que no nos tratamos con consideración.
Ser tolerantes, comprensivos y pacientes con nosotros mismos a veces parece ser un desafío, sobre todo cuando tenemos metas y expectativas irreales o cuando condicionamos nuestra felicidad a las circunstancias externas o a nuestras relaciones.
La vida te trata tal y como tú te tratas a ti mismo.
Louise L. Hay
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