La vida nos habla en susurros; si no somos conscientes de su mensaje, nos habla más alto; si aún no sabemos entender o no hacemos caso, nos sigue hablando más y más alto hasta que nos da un grito. Ese grito es el dolor, la enfermedad o el accidente.
La enfermedad no es lo más importante aunque es lo que más nos llama la atención. Para descubrir su mensaje, tienen más importancia el lugar en el cuerpo donde se han producido los síntomas y los órganos relacionados con ellos que la intensidad de los síntomas”
Eric Rol
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