La verdadera felicidad tiene más que ver con encontrarle un sentido y propósito a las experiencias que vivimos, que con una total ausencia de emociones como la tristeza, la frustración, la desilusión…
Alegría no es el sinónimo de felicidad, ni la tristeza su antónimo.
Si comprendes esto, experimentarás menos frustración y estarás más cerca de la auténtica felicidad.
VÍA EL TRASTERO DE MI MENTE
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