Por Jennifer Hoffman
Traducción: Fara González López
Difusión: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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Todo lo que sube tiene que bajar, todo lo que entra tiene que salir y lo que invitamos a nuestras vidas tiene que esperar para entrar hasta que liberemos cualquier cosa que ocupe actualmente ese espacio. No podemos ser felices hasta que liberemos nuestra tristeza, no podemos tener abundancia hasta que liberemos nuestra conciencia de pobreza, no podemos ser victoriosos hasta que decidamos que ya no queremos seguir empoderados por nuestro estatus de víctima. Es una ley básica de la física, dos objetos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo.
Si hacemos esto de la forma correcta, es una puerta giratoria, donde lo que sale camina lado a lado de lo que sea que esté entrando para reemplazarlo. Si no, entonces nos sentimos como si estuviésemos esperando porque algo sucediera y eso puede sentirse cómo una espera realmente larga.
Si ustedes alguna vez han pasado a través de una puerta giratoria, poder pasar a través de ella con éxito significa que ustedes tienen que seguir caminando. No pueden quedarse quietos o la puerta los empujará, bloqueando el paso a las personas a su alrededor. Y la puerta se sigue moviendo a medida que la gente entra y sale, así que ustedes se verían un poco tontos de pie en uno de los compartimientos, siendo empujados por la puerta. Pero ¿no hacemos eso cuando nos sentimos temerosos, cansados, confundidos o sólo queremos darnos por vencidos? Entonces la puerta sigue girando y nosotros tenemos que avanzar de todas formas, no con mucha gracia o con mucha dignidad.
Es nuestro deseo de cambiar lo que hace que la puerta giratoria se mueva pero a menudo tratamos de atraer cosas a nuestra vida antes de crear un espacio para ellas. Así tratamos de abrazar lo nuevo a la vez que seguimos aferrados a lo viejo. O queremos dar entrada a lo nuevo, solamente para estar seguros de que está entrando, y entonces tenemos que detenernos y decidir que es lo que va a salir para que haya espacio para algo nuevo. Tenemos miedo de soltar lo que tenemos antes de saber que algo lo está reemplazando, pero eso solo significa que no estamos seguros que el proceso vaya a funcionar.
Entonces tenemos la puerta giratoria atascada, en donde estamos en la puerta y nada se está moviendo. Si eso les ha sucedido alguna vez, ustedes saben que están verdaderamente atascados. La única forma de salir de la puerta es moviéndola, los compartimientos solo acceden a las salidas cuando están alineados apropiadamente. La cuestión a preguntar si esto sucede es, “¿En dónde estoy fuera de alineación?” lo cual es también uno de los siete aspectos de su presencia YO SOY expandida. Casi siempre es un asunto de alineación, lo cual se requiere para que la intención funcione, y debemos ser íntegros para que se manifieste el resultado, también debemos permitir que la energía se mueva, conocernos como maestros y entender la manifestación.
Derechos de autor © 2014 por Jennifer Hoffman.
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