Es facil ser absorbido totalmente por lo que crees que necesitas de una relación: "Necesito que estés sentado donde pueda verte. Necesito que me digas lo que estás pensando. Necesito que me digas la verdad. Que no me dejes nunca. que confíes en mí. Que me creas. Que seas puntual. Que mantengas tus promesas. Que sonrías. Que me des la mano en público. Que seas más extrovertido. Que me escuches. Que estés disponible. Que me ayudes. Que te cases conmigo. Que estés a mi lado. Que duermas conmigo. Que me des tu dinero. Que me cuides. Que estés de acuerdo conmigo. Que veas que no tienes razón. Que sepas cuándo quiero estar solo. Que sepas lo que necesito sin tener que decírtelo. Que seas menos sensible. Que seas más sensible. Que dejes de ser amigable con la gente que no me cae bien. Que seas más amable con mis amigos. Que cambies la música. Que me ames."
Ahora tus necesidades ya son familiares. Y sabes cuál es el efecto en tu vida cuando crees que tienes derecho a que sean satisfechas y no ocurre así. El resultado es una búsqueda imposible llena de separación, frustración y resentimiento.
Hay una ruta directa para entender tus necesidades. La ruta directa es simplemente algo que pones en práctica. Cuando estés listo puede suponer un gran alivio, como cuando llegas a casa después de un viaje muy largo. Y, si no estás preparado para ello, sé muy amable contigo mismo. Sé sincero respecto a lo que piensas que necesitas. Cuando una necesidad se convierte en dolorosa, usa la indagación (http://www.thework.com/espanol/) para cuestionarla, y si aún parece cierta, pídela: "Necesito que te acuerdes de mi cumpleaños y me llames. Por favor, escríbelo en tu agenda". Eso es vivir tu integridad en ese momento.
El camino directo es dejar que la realidad sea la guía de tus necesidades. "Lo que necesito es lo que tengo". Esto no es algo que haya que creerse. Es la forma que toman las cosas ahora, lo creas o no. ¿Qué aspecto tienen?
¿Cómo sabes cuándo no necesitas a los demás? Porque en esos momentos no están en tu vida. ¿Cómo sabes cuando los necesitas? Porque están en tu vida. No puedes controlar las idas y venidas de la gente que te importa. Lo que puedes hacer es tener una buena vida, vengan o se vayan. Puedes invitarlos y ellos pueden venir o no. Y sea cual fuere el resultado, eso es lo que tú necesitas. La realidad es la prueba.
¿Cómo sabes que no tienes que levantarte? Porque estás sentado. La vida se convierte en algo mucho más sencillo de esta manera. ¿Cómo sabes cuándo tienes que hacer algo? Porque lo haces. Pensar que tienes que hacer algo cuando no lo estás haciendo es mentira(adios "ego" ;)). Te hace estar en una posición incómoda, llena de vergüenza, culpa y frustración. Estás tumbado en la cama, te atascas con el pensamiento "tengo que levantarme", y no lo haces. La verdad es que no tienes que levantarte. No necesitas hacerlo hasta que lo hagas.
¿Intentas motivarte con el pensamiento de que necesitas hacer algo y acabas haciendo nada? Eso sería un descubrimiento interesante. "Tengo que hacerlo", es sólo un pensamiento. Prueba el efecto de la versión invertida: "No tengo que hacerlo", y date cuenta de que la única ves que necesitas hacer algo es cuando lo haces. Es un experimento maravilloso.
¿Piensas que tienes que tomar una decisión? No tienes que hacerlo, no hasta que se tome. Después, puede que te des cuenta de que tú no tomaste realmente la decisión: se tomó a sí misma, justo a tiempo, en el momento en que tenías la información necesaria. ¿Cómo sabes que tenías toda la información necesaria? Porque la decisión se tomó.
El camino directo te hace que necesites y quieras lo que está ocurriendo delante de ti. Y lo que ocurre delante de ti sigue expandiéndose hasta que lleno se convierte en una palabra demasiado pequeña.
Byron Katie, "Necesito que me quieran, ¿es eso verdad?"
VÍA VIVIR EN LA LUZ
Ahora tus necesidades ya son familiares. Y sabes cuál es el efecto en tu vida cuando crees que tienes derecho a que sean satisfechas y no ocurre así. El resultado es una búsqueda imposible llena de separación, frustración y resentimiento.
Hay una ruta directa para entender tus necesidades. La ruta directa es simplemente algo que pones en práctica. Cuando estés listo puede suponer un gran alivio, como cuando llegas a casa después de un viaje muy largo. Y, si no estás preparado para ello, sé muy amable contigo mismo. Sé sincero respecto a lo que piensas que necesitas. Cuando una necesidad se convierte en dolorosa, usa la indagación (http://www.thework.com/espanol/) para cuestionarla, y si aún parece cierta, pídela: "Necesito que te acuerdes de mi cumpleaños y me llames. Por favor, escríbelo en tu agenda". Eso es vivir tu integridad en ese momento.
El camino directo es dejar que la realidad sea la guía de tus necesidades. "Lo que necesito es lo que tengo". Esto no es algo que haya que creerse. Es la forma que toman las cosas ahora, lo creas o no. ¿Qué aspecto tienen?
¿Cómo sabes cuándo no necesitas a los demás? Porque en esos momentos no están en tu vida. ¿Cómo sabes cuando los necesitas? Porque están en tu vida. No puedes controlar las idas y venidas de la gente que te importa. Lo que puedes hacer es tener una buena vida, vengan o se vayan. Puedes invitarlos y ellos pueden venir o no. Y sea cual fuere el resultado, eso es lo que tú necesitas. La realidad es la prueba.
¿Cómo sabes que no tienes que levantarte? Porque estás sentado. La vida se convierte en algo mucho más sencillo de esta manera. ¿Cómo sabes cuándo tienes que hacer algo? Porque lo haces. Pensar que tienes que hacer algo cuando no lo estás haciendo es mentira(adios "ego" ;)). Te hace estar en una posición incómoda, llena de vergüenza, culpa y frustración. Estás tumbado en la cama, te atascas con el pensamiento "tengo que levantarme", y no lo haces. La verdad es que no tienes que levantarte. No necesitas hacerlo hasta que lo hagas.
¿Intentas motivarte con el pensamiento de que necesitas hacer algo y acabas haciendo nada? Eso sería un descubrimiento interesante. "Tengo que hacerlo", es sólo un pensamiento. Prueba el efecto de la versión invertida: "No tengo que hacerlo", y date cuenta de que la única ves que necesitas hacer algo es cuando lo haces. Es un experimento maravilloso.
¿Piensas que tienes que tomar una decisión? No tienes que hacerlo, no hasta que se tome. Después, puede que te des cuenta de que tú no tomaste realmente la decisión: se tomó a sí misma, justo a tiempo, en el momento en que tenías la información necesaria. ¿Cómo sabes que tenías toda la información necesaria? Porque la decisión se tomó.
El camino directo te hace que necesites y quieras lo que está ocurriendo delante de ti. Y lo que ocurre delante de ti sigue expandiéndose hasta que lleno se convierte en una palabra demasiado pequeña.
"Soy un amante de lo que es, no porque sea una persona espiritual, sino porque me duele cuando discuto con la realidad. Ningún pensamiento en el mundo puede cambiar eso. Lo que es, es. Todo lo que necesito ya está aquí ahora. ¿Cómo sé que no necesito lo que pienso que necesito? Porque no lo tengo. Así, todo lo que necesito me es provisto siempre."
Byron Katie, "Necesito que me quieran, ¿es eso verdad?"
VÍA VIVIR EN LA LUZ
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