Imagina que te doy a escoger entre tres posibilidades y te pido que descartes una. Las posibilidades son: Disfrutar, Aprender y Sufrir.
- ¿Tengo que descartar una? Parece evidente...
- Piénsalo con calma, esta es una decisión más importante de lo que parece. Para escoger la opción que te interesa descartar tendrás que pensar valorando todas las implicaciones...
- Sí, claro, pero parece evidente que la que me conviene descartar es Sufrir.
- De acuerdo. ¿Es esto lo que haces en tu vida? ¿Intentas evitar el sufrimiento?
- Creo que sí. No me considero un masoquista...
- Pero... Si evitas el sufrimiento, ¿por qué sufres?
- Eso es lo que me gustaría saber a mi, para ver si consigo dejar de sufrir tanto...
- Los valores, las actitudes, las intenciones, las conductas y cualquier otra forma de expresión de nuestra voluntad se organizan en cada persona de una manera jerárquica, con relaciones que pueden llegar a ser muy fuertes entre ellas. Algunos de los conceptos son nucleares y otros son superficiales... Yo creo que los tres que te he dado a escoger antes son muy nucleares, son conceptos sobre los que no nos paramos mucho a pensar en nuestro día a día, pero que se relacionan con otros más superficiales sobre los que sí que pensamos más a menudo y sobre los que no sé si tendrás las mismas preferencias...
- A ver...
- Estos tres conceptos se relacionan con: Acertar, Fracasar y No fracasar. Si tuvieses que descartar uno de ellos, ¿cuál descartarías?
- Fracasar. No conozco a nadie que le guste fracasar.
- Yo tampoco conozco a nadie que le guste, pero deberíamos preguntarnos si el precio de No fracasar es un precio asumible, sobre todo si tenemos en cuenta que se relaciona con Sufrir. Quien no aprende de sus errores está condenado al sufrimiento. Quien aprende es porque fracasa y así busca nuevas formas para disfrutar.
- ¿Me estás diciendo que es mejor fracasar que no fracasar?
- En la mayoría de casos sí. El precio de conformarse con no fracasar es no aprender, y estaremos los dos de acuerdo que aprender es la manera de mejorar, ¿no?
- Sí, claro.
- Pues fracasa más. Fracasa diferente. Fracasa mejor. ¡¡¡Y aprende!!!
VÍA SABER LO QUE BUSCO
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