lunes, 17 de febrero de 2014

RELACIONES QUE HIEREN...♥..VIVI CERVERA...♥



Hace algunos días volví a ver una película que trataba sobre una chica que tenía una relación con un muchacho de su colegio, que manifestaba problemas graves de conducta hasta el punto de llegar a golpearla por mínimos detalles. Y fue gracias a ciertas situaciones, como los padres de la chica se dieron cuenta de esto y de inmediato comenzaron a actuar según lo que ellos creían que sería lo mejor para ella.
Claro está que no contaban con que su hija no deseaba lo mismo que ellos y que pese al maltrato sufrido, pese a los golpes, deseaba continuar con esa relación como si nada hubiera pasado. Entonces lo único que les quedó fue llevarla con una terapeuta para que le ayudara a aclarar sus ideas e incluso a sobrellevar los momentos difíciles, y fue la terapeuta quien les dio una solución poco fácil de aceptar y que yo interpreté de la siguiente manera:
Permitan que su hija viva su experiencia hasta que ella misma comprenda que está en una relación de abuso. Mientras ella no se dé cuenta de esto, ustedes no podrán hacer nada. Aquí lo principal es el hecho de darle su propio espacio para que pueda elegir.
Con mucho esfuerzo ellos lograron aceptar que su hija tenía un mundo propio que tenía que explorar y que aunque quisieran lo mejor para su vida, no podían ser los dueños de su experiencia y no podían penetrar su mente para convencerla de algo que ella no sentía necesidad de hacer. De cualquier manera, la chica necesitaba aprender de sus propias vivencias, al costo que fuera.
Finalmente, gracias a que los padres soltaron la situación, su hija decidió renunciar a esa relación de maltrato cuando ya las cosas fueron demasiado lejos. Ambas cosas estuvieron relacionadas. Soltar, liberar, dejar ir una situación para que lo perfecto pueda salir a la vista, origina respuestas importantes de las personas que nos rodean.
La base siempre será: soltar la necesidad de que las cosas sean como queremos. Aunque se trate de tus hijos, aunque creas tener pleno dominio sobre ellos, su mente también crea, también tiene poder. No lo subestimes y ponte de su lado porque eso es lo que necesitan y además es lo único que funcionará.
Todos los seres humanos sin importar la edad, tenemos un guía que sabe lo que necesitamos y lo que es preciso hacer para vivir. El guía siempre está ahí y nos va a acompañar en cada experiencia triste o feliz pero importante para nuestro crecimiento. Tus hijos tienen su propio guía espiritual, su ángel guardián o su Yo Superior, si comprendes esto ahora sufrirás menos por sus elecciones.
Gracias por leerme. Les amo.

VIVI CERVERA

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