sábado, 3 de agosto de 2013

CADA CUAL... A LO SUYO...♥




Los animales del bosque se dieron cuenta un día de que ninguno de ellos era el animal perfecto: los pájaros volaban muy bien, pero no nadaban ni excavaban; la liebre era una estupenda corredora, pero no volaba ni sabía nadar… Y así todos los demás. ¿No habría manera de establecer una academia para mejorar la raza animal? Dicho y hecho. En la primera clase de carrera, el conejo fue una maravilla, y todos le dieron sobresaliente; pero en la clase de vuelo, subieron al conejo a la rama de un árbol y le dijeron: ¡Vuela, conejo! El animal saltó y se estrelló contra el suelo con tan mala suerte que se rompió dos patas y fracasó también en el examen final de carrera. El pájaro fue fantástico volando, pero le pidieron que excavara como el topo. Al hacerlo, se lastimó las alas y el pico y, en adelante, tampoco pudo volar; con lo que ni aprobó la prueba de excavación ni llegó al aprobado en la de vuelo.
Convenzámonos: Un pez debe ser pez, un estupendo pez, un magnífico pez; pero no tiene por qué ser un pájaro. Un hombre inteligente debe sacarle la punta a su inteligencia y no empeñarse en triunfar en deportes, en mecánica y en el arte a la vez… Una muchacha fea difícilmente llegará a ser bonita, pero puede ser simpática, buena y una mujer maravillosa. Sólo cuando aprendamos a amar en serio lo que somos, seremos capaces de convertir lo que somos en una maravilla. Por eso, repite cada día la oración de los alcohólicos anónimos: Señor, concédeme la serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, la valentía de cambiar lo que puedo y la sabiduría par distinguir la diferencia.

VÍA BRISA ANDINA

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