Si la tristeza toca a tu puerta no la dejes pasar. Pero estate atento porque es muy lista y cuando se empeña que quiere visitarte, a veces se cuela por la rendija de la ventana si te niegas abrirle la puerta. Si eso ocurriera alguna vez, no tengas miedo, porque yo te voy a dar un antídoto para vencerla: Ten siempre cerca una caja de colores, sí, has entendido bien, una caja de pinturas de colores como las que usan nuestros niños, no importa qué tipo de colores decidas utilizar, pueden ser acuarelas, óleos, rotuladores o simples pinturas. Procura, eso sí, que los colores sean alegres, que te hagan sentir bien y déjate llevar. Y comienza a pintar, pinta todo lo que veas con los colores que elijas, no escatimes en pintura, cuanta más utilices más pintura tendrás para gastar. Puedes utilizar pincel, pero prueba algo nuevo, mira a ver cómo te sientes si coges los colores con tus manos, ¿cómo sientes la pintura?, ¿está fría o caliente?, ¿la sientes pegajosa? Ve decorando tu vida y llénala de colores, pinta una sonrisa en tu rostro, pinta tu casa, a tu familia, a tus amigos con colores alegres y vivos, palpado la vida al pasar con el tacto de tus manos. Y corre, corre libre por el prado de tu vida, llénalo de flores, de árboles repletos de jugosa fruta madura, de mariposas, de abejas; pinta el sol y la luna y las estrellas para que iluminen siempre tu día y tu noche. Y recuerda siempre que tú eres el artista de tu propia vida, que tú eliges decorarla a tu manera, que tu vida debe ser tan sólo, como a ti te gustaría. Y cuando vayas a darte cuenta descubrirás que en algún momento, mientras pintabas, la tristeza acabó por aburrirse y se escabulló por debajo de la puerta para intentar colarse en otro hogar con las luces apagadas, sin color, sin brillo. Enciende tu luz y brilla, brilla siempre, deja tu luz siempre encendida para que la tristeza no se cuele por debajo de tu puerta y quiera entrar de nuevo en tu corazón. Recuerda que el color está dentro de ti y que tu sonrisa es un reflejo directo de lo que hay en tu corazón. El amor es invencible, todo lo puede. Si vives con amor, la vida será diferente para ti. Y siempre recibirás amor, tan sólo estate atento a las pequeñas señales.
(©Ahava Iesu).
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