A veces la vida nos frena de golpe cuando no
hemos sido conscientes de cambiar nuestros actos.
Pero a pesar de las caídas, éstas siempre son necesarias para liberar el alma
de su encierro, aunque a veces el precio que tenemos que pagar es más
alto de lo que pensamos. Lo cierto es que nada llega a nuestra vida sin
una razon y nada se va hasta que cumpla su objetivo en nuestro camino.
El dolor es una herramienta que la vida utiliza para enseñarnos el camino de la
liberación mental y emocional. Después de enfrentar la noche oscura del alma,
la mirada se aclara, los colores se intensifican a nuestro haber y todo ya nunca
será percibido como antes. Porque hemos cambiado, a través del dolor,
hemos soltado miedos, inseguridades que escondíamos tras pensamientos y prejuicios,
porque éstos no son más que argumentos del miedo para vivir
en nosotros y tergiversarnos la realidad de las cosas…
La vida nos enseña que es mejor sentir antes de pensar, que es mejor amar,
antes de cualquier otro sentimiento, porque es él quien antecede nuestros actos
y el que condiciona nuestros pasos y los que han de venir en nuestro camino…
Lo importante es la enseñanza que aprendemos tras los hechos vividos.
Porque el único objetivo del dolor es que aprendamos a trascender a través de él,
y con esto, purificar un poco más la mirada…
Porque agradecida está el alma cuando emprende el camino de su liberación interior,
aunque los miedos justifiquen lo contrario…
VÍA "POR UN BUEN CAMINO"
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