En ocasiones, quizás trate de cambiar o controlar una situación voluntariosamente.
Mas cuando oro, voy más allá de la voluntad.
La oración me ayuda a resolver cualquier reto con una actitud espiritual.
Al orar, libero la situación y afirmo: Soy espíritu divino, por ende puedo trascender mis circunstancias. Soy un ser espiritual que tiene una experiencia humana. Al mantener mi atención en Dios disfruto de luz, vida y amor.
Tengo en mí recursos espirituales no utilizados, poderes espirituales no ejercidos, planos del ser no explorados. Al elevar mi conciencia por medio de la oración, avivo e invoco la expresión de las cualidades y poderes espirituales que trascienden mi comprensión humana. Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo. —Hechos 1:
No hay comentarios:
Publicar un comentario