jueves, 3 de marzo de 2011

Soy espíritu divino, por ende puedo trascender mis circunstancias


En ocasiones, quizás trate de cambiar o controlar una situación voluntariosamente.
Mas cuando oro, voy más allá de la voluntad.
 La oración me ayuda a resolver cualquier reto con una actitud espiritual.
Al orar, libero la situación y afirmo: Soy espíritu divino, por ende puedo trascender mis circunstancias. Soy un ser espiritual que tiene una experiencia humana. Al mantener mi atención en Dios disfruto de luz, vida y amor.
Tengo en mí recursos espirituales no utilizados, poderes espirituales no ejercidos, planos del ser no explorados. Al elevar mi conciencia por medio de la oración, avivo e invoco la expresión de las cualidades y poderes espirituales que trascienden mi comprensión humana. Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo.  —Hechos 1:

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