Cuando decides correr un maratón, no sólo escoges presentarte el día del evento. Escoges un camino que requiere de acondicionamiento constante.
El camino se torna solitario, doloroso y puede dar miedo; pero cuando estás comprometido, pagarás cualquier precio.
Niégate a rendirte el día de hoy. No siempre disfrutarás lo que haces, pero recuerda que es un pago por alcanzar tu meta.
Yehuda Berg
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