La única forma de abrirse a los demás es acercarse a ellos con una disposición compasiva, creando un ambiente positivo y amistoso. Esa actitud abre la posibilidad de recibir afecto y de recibir una respuesta positiva de la otra persona.
Pero la gente está esperando que sean los otros quienes actúen primero en forma positiva en lugar de tomar la iniciativa.
La compasión activa la perfección que está presente en el interior del hombre. El otro es indispensable y todos los aspectos de la vida de cada uno son el resultado del esfuerzo de los demás.
Es crucial la importancia de acercarse a los demás con una actitud compasiva y la empatía es un factor importante para apreciar el sufrimiento del otro.
La primera impresión que nos produce una persona puede ser equivocada, porque todo cambia cuando conocemos y valoramos los antecedentes de quien estamos tratando.
Una verdadera relación se consigue conociendo la naturaleza profunda del otro.
El Dalai Lama nos dice que para construir una relación sólida se necesita afecto verdadero, compasión y respeto mutuo.
La compasión puede definirse como un estado mental libre de agresividad, y de intenciones violentas. Es una actitud mental que desea liberar a los otros de sus sufrimientos, con compromiso, responsabilidad y respeto.
También la compasión desea cosas buenas para uno mismo y este paso es fundamental para empezar a ser compasivo con los demás.
Existen dos clases de compasión, la que incluye el apego y la expectativa de recibir lo mismo del otro y la verdadera compasión que es la que está libre del apego.
La compasión es el reconocimiento de los derechos genuinos del otro, no se relaciona con nuestros intereses personales y es el único modo compasivo que genera amor.
Cuanto más comprendemos el sufrimiento del otro tanto mayor será nuestra capacidad de compasión.
La compasión no es masoquismo porque se asume voluntariamente el sufrimiento del otro con un propósito más elevado.
En el fondo, las personas crueles son infelices porque sufren una angustiosa sensación de inseguridad y temor, incluso mientras duermen.
El desarrollo de la compasión y el altruismo tiene un efecto positivo sobre la salud física y emocional.
Las pruebas científicas apoyan claramente la postura del Daai Lama acerca del valor de la compasión. Estudios realizados en la Universidad de Harvard demostraron que la estimulación de los sentimientos compasivos de las personas eleva sus niveles de inmunoglobulina A, que es un anticuerpo que ayuda a combatir las infecciones respiratorias.
Otras investigaciones realizadas en la Universidad de Michigan revelaron que realizar trabajos de voluntariado con regularidad aumentaba espectacularmente las expectativas de vida de las personas que realizaban este trabajo y probablemente, también aumentaba su vitalidad general
No hay comentarios:
Publicar un comentario