20 de marzo, 2014
Traducción: Fara González LópezDifusión: El Manantial del Caduceohttp://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Feliz año nuevo a todos. No, no me he dado un golpe en la cabeza, tampoco estoy publicando de nuevo el artículo del primero de enero; el 20 de marzo es el comienzo de un nuevo ciclo astrológico, la fecha en la cual el zodíaco regresa al punto de Aries, el cual está a 0º de Aries. El Equinoccio de Primavera es siempre el comienzo del nuevo año y está en línea con la naturaleza, ya que comienza un nuevo ciclo de crecimiento y vemos la terminación del invierno (al menos eso se supone, este ha sido un invierno muy, muy largo y frío para muchos de nosotros). Es un buen momento para hacer una limpieza, sintonizarnos y descartar cualquier cosa que no quieran llevar con ustedes al nuevo año.
Tuve una oportunidad inesperada de hacer mucha limpieza hoy al poner en funcionamiento en mi computadora el programa de ‘chequeo del disco’ que es un proceso que revisa el disco duro de la computadora, sector por sector (tengo un disco duro de 1 tera, lo cual es mucho espacio) y lo limpia. Cuando comencé el chequeo del disco pensé que sería un proceso rápido; pero nunca lo había puesto en funcionamiento en esta computadora y el proceso daba vueltas y vueltas, demorando eventualmente unas cuatro horas. De inicio me senté ante la computadora y esperé a que terminara, pensando que solamente llevaría unos minutos. Cuando vi que llevaría mucho más tiempo del que pensé, comencé a limpiar mi oficina y a organizar algunos archivos.
Hay cosas que he querido hacer desde hace tiempo y que emprendía cada vez que tenía algo de tiempo libre. Ahora tenía un período largo de tiempo ante mí y podía o sentarme frente a la computadora y molestarme por la demora o podía utilizar ese tiempo para revisar mis archivos y reorganizar mi oficina. Y eso hice. Miraba de vez en cuando la pantalla de la computadora, vigilando el proceso de chequeo del disco, pero no avanzaba mucho y cómo este proceso ocurre a nivel del sistema operativo, tenía que esperar a que terminara antes de poder utilizar la computadora de nuevo. Esto no era algo que pudiera detener a la mitad y terminarlo, porque una vez que comienza tiene que terminarse. Hmmm…¿qué otra cosa en la vida sucede así?
Cuando terminó el chequeo del disco mi oficina estaba limpia, yo había descartado, reorganizado y reordenado una montaña de papeles viejos, artículos y encontrado cosas que había olvidado, leído viejas notas y aún encontrado esbozos para unos cuantos proyectos nuevos que terminaré en las semanas próximas. Nada de esto hubiese ocurrido hoy si yo no hubiese decidido limpiar el disco duro de mi computadora y fue bueno, ya que logré preparar mi negocio, mi oficina y mi computadora para el nuevo año.
Todo acerca de nuestro sendero de vida, ascensión, evolución, transformación, sanación y liberación funciona como un proceso. Tendemos a hacerlo en arrebatos y arrancadas, cuando tenemos tiempo o cuando es conveniente, tratamos de hacerlo cuando encaja entre otras cosas que tenemos que hacer o a medida que nuestra programación lo permite. Entonces un día tenemos que hacerlo, tenemos que dejarlo todo a un lado y hacerlo. Eso sucede usualmente cuando menos lo esperamos o pensamos que no tenemos tiempo para ello, pero sucede en el momento oportuno. Durante las pasadas semanas, probablemente en preparación para hoy, he estado pensando en revisar mis archivos pero nunca tenía tiempo. Estar impedida de utilizar mi computadora significó que tenía el tiempo, el Universo hace esas cosas. Me dio tanto el tiempo como la oportunidad para hacerlo.
No importa donde estén ustedes en el proceso, siempre hay un momento preciso para hacer las cosas y ese momento se presenta cuando ustedes están listos. No es algo que puedan apurar, tampoco es algo que tengan que temer. La única razón por la cual pensamos en hacer un cambio es cuando el sendero en el que estamos ya no tiene más energía para nosotros. Sabemos esto porque no nos sostiene, no se siente bien, nada funciona y luchamos y nos sentimos estancados. Puede que no estemos listos para dejarlo pero este si está listo para dejarnos a nosotros y cuando eso sucede, nuestra atención se vuelve hacia otras posibilidades, se abre una puerta y se nos guía suavemente hacia ella (espero que suavemente).
Mientras recordemos que el proceso siempre nos está empujando hacia la luz, hacia nuestra sanación y transformación, hacia expresiones cada vez mayores de nuestra energía, nos podemos mantener en el flujo y permitimos que el proceso se desarrolle en una forma muy orgánica. Mientras más liberamos, mayor espacio energético creamos para cosas nuevas y nos destrabamos y comenzamos a sentirnos entusiasmados respecto a nuestras vidas de nuevo, porque estamos en el flujo de nuevas energías más reconfortantes, poderosas y comprensivas que están alineadas con nuestra intención y están listas para hacer que nazcan nuestros nuevos sueños y realidades.
Derechos de autor © por Jennifer Hoffman.
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