Escribió Krishnamurti:
“La dependencia genera miedo. Si yo dependo de usted emocional, psicológica o espiritualmente, seré su esclavo y, por lo tanto, le temeré. No es una opinión, sino un hecho.”
Y Aurobindo añadió:
Y Aurobindo añadió:
“El amor está vacío de ego. El ego está vacío de amor.”
Y Víctor Frankl, sublime, subrayó:
“Fue entonces cuando aprehendí el significado del mayor de los secretos que la poesía, el pensamiento y el credo humanos intentan comunicar: la salvación del hombre está en el amor y a través del amor. Comprendí cómo el hombre, desposeído de todo en este mundo, todavía puede conocer la felicidad – aunque sea sólo momentáneamente – si contempla al ser querido. Cuando el hombre se encuentra en una situación de total desolación, sin poder expresarse por medio de una acción positiva, cuando su único objetivo es limitarse a soportar los sufrimientos correctamente – con dignidad – ese hombre puede, en fin, realizarse en la amorosa contemplación de la imagen del ser querido.”
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