miércoles, 10 de octubre de 2012

JOYAS DE LA SABIDURÍA...(SAI BABA)


1       Cree en ti mismo (ten confianza en ti mismo). Luego, cree en Dios. Cuando poseas este tipo de fe no serás perturbado por la dualidad de las tendencias de la Naturaleza.
2       La compañía de los hombres grandes y buenos es necesaria. También es importante un gurú (maestro espiritual) para que te haga conocer la realidad.
3       No debe haber apresuramiento en la búsqueda de un gurú.
4       El gurú es aquel por cuyo conducto la mente de ustedes se liga a Dios. Si tienen por gurú a la Conciencia Suprema y practican las disciplinas espirituales con amor inconmovible, el Señor mismo se aparecerá ante ustedes y les instruirá igual que un gurú. O si no, premiará vuestra intensa devoción bendiciéndoles de manera que encuentren un gurú que sea capaz de iniciarlos en la Verdad Superior.
5       En el culto personal pueden pronunciar el Nombre de Dios que les agrade. En la meditación ha de pronunciarse el Nombre o mantra que se recibió del gurú durante la iniciación. Aférrense a ese Nombre, transfórmense escuchándolo constante y persistentemente dentro de ustedes mismos con esfuerzo renovado.
6       Los grandes hombres son aquellos que no abusan de los demás y buscan la realidad de la vida con buenas intenciones. Es imposible que los asuntos espirituales sean comprendidos por quienes no poseen la facultad de discernir (ellos son presuntuosos a causa de la autoridad que ejercen), o por aquellos que no están conscientes de la existencia de un Conocimiento Superior (el Conocimiento de la Realidad).
7       Aquellos que encuentran defectos en Dios son de cuatro tipos:
a) Personas que no se interesan en absoluto en las cuestiones relacionadas con Dios.
b) Personas que debido a la envidia y los celos no soportan la grandeza de otro.
c) Quienes no tienen ni la experiencia personal, ni conocimiento de nada, y por ello urden falsedades.
d) Quienes llegan hasta El con algún deseo mundano y luego le achacan sus propias deficiencias, las cuales son el resultado de sus tendencias internas. Los metales baratos tienen un sonido áspero, no así el oro, que es más valioso. Los devotos auténticos de Dios han de ser silenciosos y seguir calladamente la senda. Sus lenguas estarán tan ocupadas en la repetición de la gloria esencial y la grandeza de Dios, que no tendrán ni el tiempo ni la inclinación para ninguna otra cosa.
8       El amor debe ser considerado el aliento mismo de la vida.
9       Al amor que se manifiesta en todas las cosas por igual véanlo como ese mismo Amor que es la Conciencia Suprema.
10  La Conciencia Suprema está dentro de todos; su forma es el Amor.
11  El esfuerzo primordial del hombre debería ser el fijar su Amor en Dios, por encima de todas las cosas.
12  Ese Amor, el que se dirige a Dios, es culto devocional; tal es la característica fundamental de un devoto.
13  Aquellos que buscan la Bienaventuranza de lo Supremo no deberían correr siempre en pos de los placeres que proporcionan los sentidos.
14  La Verdad debe considerarse tan vital para la vida como la misma respiración.
15  Así como una persona sin aliento fenece, en forma similar la vida desprovista de Verdad es inútil y se vuelve una morada para la contienda y la congoja.

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