martes, 2 de octubre de 2012

IDEAS PARA REDUCIR EL ESTRES...



El mal moderno, enemigo número uno, puede ser combatido si escuchamos lo que pide nuestro cuerpo y nuestro interior; considere los siguientes consejos y mejore su calidad de vida.

Comer bien, limpiar el closet, ir de vacaciones, pasear al perro, son actividades que no hacen a nadie más adinerado, más poderoso o más inteligente, pero definitivamente en esos pequeños detalles consiste la felicidad.

Lo más importante para reducir el stress es ajustar internamente la manera de pensar, sentir y reaccionar frente a los eventos en la vida. Las siguientes ideas lo ayudarán a ver la vida con menos angustia: 
Ría más. El humor es una de las mejores formas de alejar el stress. Una buena risa relaja los músculos, disminuye la presión sanguínea, puede reducir los niveles de hormonas que crean el stress y atacan la inmunidad, y estimula la producción de una sustancia llamada catecolamina, a la que se le atribuye la liberación de endorfinas, las mismas hormonas reductoras del stress que se liberan a través del ejercicio.


No sea perfeccionista. Usted no tiene por qué aceptar un trabajo mediocre, pero dejar pasar un par de cosas. No deje que su anhelo de perfección -y el temor al fracaso- lo paralicen de ansiedad. Cambie el “Yo debo/tengo/debería” por un “Qué bueno sería si…”. 
Controle su mal carácter. La gente crónicamente malgeniosa tiene de cuatro a siete veces más riesgo de morir de un mal cardíaco y de cáncer que los demás, dicen los especialistas. La gente que se disgusta en silencio corre aún mayor riesgo. La hostilidad es la clave de la personalidad para predecir ataques al corazón.


Baje el ritmo. No desarrolle actitudes equivocadas acerca del tiempo. Dése un tiempo para almorzar, recrearse y descansar. Estar tan pendiente de los minutos lo hará sentir más estresado.
No posponga. Cuando algo deba ser hecho, hágalo de inmediato. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo; piense que hará mejor las cosas si evita esas super-sesiones nocturnas cargadas de cafeína. Deje de inventar excusas y empiece ya.


Deje de sentirse culpable. La culpa es una de las emociones humanas mas inútiles. Aprenda a decir que no, y manténgase firme en su decisión. Ceder ante los deseos de los demás para no sentirse culpable, sólo le dejará sentimientos de disgusto y resentimiento.

No guarde rencores. Las investigaciones muestran que cuando se revive una mala experiencia, también revive el proceso fisiológico que acompañó a ese momento angustiante. Un desastre se puede convertir en 50 desastres. Cuando algo realmente traumático le ocurra -la traición de un amigo o una negociación que se cae- deseche la experiencia. De lo contrario llevará esa carga invisible donde quiera que vaya.

Sea fiel a sus sueños. Asegúrese de que sus actividades se ajustan a lo que usted realmente es o desea ser en la vida. No tome un empleo o se afilie a alguna organización sólo porque es lo que otros desean que usted haga o porque es algo que usted quiso hacer en el pasado. Concentre sus energías en aquello que realmente le interesa. El investigador del stress Robert Eliot sugiere hacer una lista de sus metas o sueños. Escriba no mas de 12 puntos, después redúzcalos a seis; utilice la tarjeta como una “brújula” y léala dos veces al día. “Asegúrese de tener valores que guíen su vida. Ningún viento sopla a favor de un barco sin dirección”, dice Eliot. 

Escoja sus batallas cuidadosamente. Preocúpese de las cosas que usted puede controlar, no de aquellas que escapan de sus manos. Muchas veces pensamos que deberíamos ser capaces de resolver cada uno de los problemas que se nos presentan y ser perfectamente felices, pero eso no es realista. 

No confunda trabajo con valor. Hoy en día se nos cataloga por lo que hacemos; en este esquema, la noción del tiempo libre pareciera no tener sentido. Admiramos a la gente que anda apresurada, pues pensamos que esto los hace importantes y nos sentimos presionados a estar haciendo algo, de lo contrario “no somos nadie”.
 

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