El viejo Ted llevaba varias horas sentado a la orilla sin pescar nada. Entre el sol y las cervezas se quedó dormido. Cuando un pez picó, Ted despertó, perdió el equilibrio y cayó al río. Un niño que observaba mientras Ted se debatía en el agua, le preguntó a su padre: “Papá, ¿ese hombre está pescando un pez o el pez está pescando un hombre?
El ser humano se ha vuelto completamente loco. El pez te está atrapando y arrastrándote: tú no estás atrapando el pez. En cuanto ves dinero, respetabilidad, poder, prestigio, dejas de ser tú mismo. Te olvidas inmediatamente de todo, te olvidas de los valores intrínsecos de tu vida, tu felicidad, tu alegría, tu gozo. Siempre eliges algo del exterior y lo intercambias por algo del interior. Ganas lo exterior y pierdes lo interior.
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