Autor: Padre Justo López Melús
Hay personas que se las dan de demócratas y liberales, pero apenas llegan al poder, ya se creen con derecho a todos los privilegios. Un político que, para evitar un atasco, pide un avión para llegar a los toros. Una diputado que se estaciona mal y se encara al policía urbano que intenta ponerle una multa: "Usted no sabe con quién está hablando". Y así muchos casos que sería prolijo enumerar.
Así actuaba aquella princesita de seis años, linda y caprichosa a la vez. Su joven institutriz, consciente de su misión, no cedía a los caprichos de la princesa. En una sesión le plantó cara a la institutriz: "¿Sabes con quién estás hablando? Estás hablando con la hija de un rey". Pero la institutriz no se inmutó, miró a la niña y le dijo con autoridad: "Y tú, niña, ¿sabes con quién estás hablando? Estás hablando con una hija de Dios". Fue la mejor lección que recibió
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