Imagina que acabas de morir y asistes a tu propio entierro observando la escena desde fuera, como si estuvieras flotando. Tus seres queridos te lloran, tu cuerpo sin vida se enfría y tus sueños no realizados se evaporan.
Desde allí arriba, todo deja de ser tan importante y nada te ahoga. Tu comprensión crece mientras tu conciencia se expande. Desde esta paz y lucidez, descubres que todo el miedo que te llevó a vivir una vida que no era la que realmente hubieras deseado, desaparece. Te das cuenta entonces de lo que realmente te importa y entiendes todo lo que harías ahora si pudieras volver atrás, si recuperaras tu vida sin perder este estado de conciencia actual, si pudieras reiniciar el programa teniendo una segunda oportunidad para jugar una nueva partida.
Muy bien. Tienes esa oportunidad. Solo cierra los ojos y visualiza como esa posibilidad que tu corazón alimenta se hace realidad. Observa esa imagen mientras respiras tres veces suavey profundamente. Cuando tomes el aire imagina que lo esencial de tu imagen entra en tus pulmones y al soltar el aire imaginque todo aquello que deseas encarnar lo insuflas al programa que forma nuestro mundo.
Ahora abre los ojos y desde este estado, se tu mismo/a y simplemente juega para hacer realidad los sueños que tu corazón vino a encarnar. Eso que solo tu puedes hacer. No te centres en el resultado sino en el placer de transitar un camino con corazón, el de ser tu mismo/ aquí y ahora, en esta bella Tierra a la que viniste a experimentar la vida desde los maravillosos límites de la existencia.
Bendiciones a todos/as
Victor Brossa
VÍA LUZ ARCOÍRIS
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