Cuando se trata de hablar de emociones lo más sensato es no intentar explicarlasporque ya sabemos que no podemos controlarlas en toda su esencia, que no podemos evitarlas. Lo único que podemos hacer es sentirlas, tratar de comprenderlas y moldearlas para que las que las que nos hacen daño no lo hagan.
En este sentido, tú conoces mejor que nadie esa sensación del todo o nada: o se quiere o no se quiere, no puede haber término medio. Es decir cualquier tipo de amor exige su entrega completa hacía otra persona, pero lo que a veces olvidamos es que la entrega también debe ser hacia nosotros mismos: no quieras olvidarte de ti mientras quieres a otra persona.
“Y si el corazón se cansa de querer
¿Para qué sirve?”
-Mario Benedetti-
Cuando te olvidas a ti mismo lo que ocurre es que comienzas a querer de forma tóxica y, en muchas ocasiones, esto provoca que quieras también con los ojos vendados. Entonces lo que pasa es que no ves la realidad, sino lo que tu imaginas que puede ser real: tener una relación en la que ocurre esto implica no tener una relación real.
VÍA LA MENTE ES MARAVILLOSA
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