La vida para todos es un intercambio: damos y recibimos. Pero en la pareja -como en toda relación entre adultos- algo entra en peligro cuando se lastima ese equilibrio.
Y se lastima por dos razones: por que uno da mucho, tanto, que el otro no puede tomarlo y devolverlo manteniéndose en su dignidad. Quien da "todo" no se da cuenta que empequeñece al otro.
La otra razón es porque uno de los dos reclama mucho, y es que para reclamar mucho y demandar mucho es necesario "tomar poco". En una pareja quien pide, reclama y exige mucho es justo quien no sabe tomar eso que reclama. Se mantiene hambriento de Amor porque no sabe recibir, y vive en el la frustración constante.
Estando en pareja es necesario equilibrar enérgicamente y constantemente lo que se da y lo que se recibe.
Las parejas que realmente duran, que siguen su camino, que perpetúan son: las que se miran, las que se corresponden, se reconocen. Son las que constantemente se dicen "te veo, estás aquí, te tomo en cuenta, me importas y te quiero... Te doy, y también lo recibo de ti".
Joan Garriga
VÍA MUJER AYUDA
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