miércoles, 25 de noviembre de 2015

LA VIDA Y EL ALMA...♥





Somos energía y como tal eternos. Nuestra vida en la tierra, está basada en el aprendizaje. Venimos a aprender yasí, evolucionamos como almas hasta completar todo el proceso que nos devuelve al punto inicial, al del origen, al del Amor verdadero, Dios, Energía Universal, o el nombre que quiera darle cada uno.


Al principio, cuesta un poco entender el proceso. Habrá quienes piensen que sólo somos seres humanos que después de nacer y vivir, morimos para pasar a otro plano o a la nada. Es cierto hasta cierto punto; sin embargo, al ser energía no morimos, digamos que,nos reciclamos y volvemos a ser lo que éramos pero con algo más de sabiduría.


Al nacer, venimos con una misión que normalmente olvidamos casi inmediatamente; y es evolucionar a través del aprendizaje, de vivir experiencias que ayudan a avanzar. Habrá quienes vengan a aprender a superar pruebas, a vivir el apego, el dolor, el éxito, el amor, el riesgo, la aventura, el sacrificio, la entrega a los demás; otros deberán aprender a vivir las emociones o lo material.


No existe un tiempo límite para aprender cada aspecto que elegimos; ya que puede superarse en una vida o en varias. La reencarnación permite que volvamos a vivir o experimentar aquellas cuestiones que dejamos pendientes en otra vida.


La misión de cada alma es distinta porque el aprendizaje y la evolución es individual. Es importante que miremos hacia dentro, y escuchemos lo que sentimos, que observemos cómo actuamos, qué nos mueve y qué hacemos sin pensar, de manera casi instintiva.


Algunas almas tienen como misión servir y ayudar a los demás; otras, guiar; algunas, consiguen que abramos los ojos a lo que nos rodea, ampliando nuestra conciencia; otros grupos tienen la misión de acompañar en los momentos de tránsito, de cambios; otros sanan el alma, el corazón y la mente; los hay que vigilan y protegen.


Muchas personas hacen de su vocación su profesión, sabiendo que están poniendo en marcha su misión. Otras en cambio, sin saberlo, llevaran a cabo su labor en cualquier trabajo en el que estén. Y en ambos casos, continuarán haciéndolo en su vida cotidiana. En ningún momento dejamos de ser almas aprendiendo y en evolución, ni en los peores momentos de nuestra vida, ni cuando sentimos que estamos bloqueados o ni en los mejores, cuando somos inmensamente felices.



Da igual dónde vayamos, dónde trabajemos o con quién estemos. Nuestra alma sabe lo que ha venido a hacer, a desarrollar y hará todo lo posible para llevarlo a cabo, seamos o no conscientes de ello. Permanezcamos atentos a ver qué nos hace felices, qué nos llena y satisface, qué hace que nos sentimos nosotros mismos, plenos y dichosos, pues serán pistas para descubrir nuestra misión.



La vida es el lugar en que vivimos todas las experiencias que posibilitan el aprendizaje del alma y su progreso. Unas veces iremos despacio; en otras, descansaremos; y en muchas ocasiones, acabaremos magullados por las heridas del camino; aunque también habrá tiempo para disfrutar del amor y de la felicidad. A pesar de lo duro que pueda parecernos, es lo que hemos venido a vivir. Dependerá de cómo lo afrontemos, de cuál sea nuestra actitud, lo que facilitará que consigamos el propósito del alma.


¿Qué esperamos para celebrar la vida? Lancémosnos a vivirla, sacándole todo el jugo e intentado disfrutar al máximo de ella, por supuesto, desde el respeto a los demás y a uno mismo.


http://comunicacionentredosmundos.blogspot.com.es

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