domingo, 29 de noviembre de 2015

Se te ha caído la corona, princesa



Se te ha caído la corona de tanto llorar, princesa. Los sapos no se convierten en príncipes. Nunca lo hicieron. Los príncipes ya no te llevan en volandas, ya no van a rescatarte del dragón ni te dan besos que te devuelven a la vida.

Las princesas tampoco son lo que eran o lo que “deberían ser”. Ellas ahora quieren seringenieras, no muñecas. Y si quieren ser muñecas, muchas quieren ser muñecas ejemplares. Fuertes, independientes, empoderadas.
Sálvate tú. Rásgate el vestido. Vuela con los pájaros y olvídate de madrastras y de carrozas encantadas. No te resignes y no aceptes tu destino, elige. Cuestiona tus perdices, no vivas de un cuento, busca ser feliz.


VÍA LA MENTE ES MARAVILLOSA

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