miércoles, 15 de julio de 2015

Lidiando con el dolor físico: Cómo reclamar tu poder?



Has probado todo, todo, excepto lo obvio: aceptar tu dolor, estar presente para él, hoy.

Ahora, seamos claros en esto: aceptar no significa renunciar a la posibilidad de que el dolor disminuya o incluso desaparezca mañana, o la siguiente semana, o el siguiente año. Sólo significa que tu paz no depende de si esto se da o no.

Estás reclamando, recuperando tu felicidad, hoy, independientemente de lo que traiga el futuro.

Aceptar tu dolor no significa que te abandones a tu suerte ni que te conviertas una víctima de la vida. ¡Todo lo contrario! Significa salirte de todas tus fastidiosas y aterradoras historias del pasado y futuro, y alinearte con el punto en donde te encuentras hoy. Significa que te hagas aliado de este día, no su víctima. Significa decir SÍ a cómo te encuentras en este momento, incluso si 'donde te encuentras’ no es lo que habías esperado. Significa estar en contacto profundo con este momento, con este cuerpo y con su potencial para sanar, con el suelo en donde te encuentras parado, con el universo entero mientras danza. Significa admitir que no tienes el control de este antiguo cosmos, que hay una profunda inteligencia operando aquí, infinitamente más sabia que el ego humano. Significa admitir que no puedes saber cómo lucirá la próxima escena de tu vida. Significa salirte de la historia del tiempo y el espacio. Significa confiar y actuar desde la confianza. Significa aprovechar la creatividad de cada momento; estar abierto a conexiones, soluciones, respuestas, y sí, alegrías completamente inesperadas.
JEFF FOSTER

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