Las cosas que dependen de nosotros son libres por naturaleza, nada puede detenerlas ni estorbarlas; las que no dependen de nosotros se ven reducidas a impotencia, esclavizadas, sujetas a mil obstáculos, completamente extrañas a nosotros.
No olvides que si tienes como propias las cosas que dependen de otro, encontrarás obstáculos a cada paso, estarás triste y dirigirás reproches a los dioses y a los hombres.
En cambio si solo consideras tuyo lo que te pertenece y extraño lo que pertenece a otro, nadie nunca te obligará a hacer lo que no quieres, ni te impedirá hacer tu voluntad, ni te causará ningún daño.
VÍA UTOPÍAS Y REALIDADES UNIVERSALES
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