La vida… ¿Qué es la vida? La vida es lo que pasa mientras mueres. O al menos, eso dicen. “La vida es dura”. “La vida es difícil”. “La vida es muerte”. Vaya panorama, ¿eh?. Entonces, es ahí donde mi cerebro se enciende, cual motor de una arcaica y destartalada máquina de vapor. Si vamos a morir, ¿por qué vamos a sufrir? Oh, sufrir en esta vida es la llave para entrar a la siguiente, ¿verdad? Es interesante el cuento que nos han contado. Cuento. Contado. Suena tan estúpido como lo es en realidad. Cuento. Contado. Entonces, ¿quién lo cuenta? Elemental, mi querido Watson. Cuentistas. Elemental.
Sacerdotes, políticos, vendedores, amigos… A la gente le gusta inventar. Pero lo realmente penoso es que prefiramos creernos todo lo que nos cuentan. ¿Tan difícil es tener dos dedos de frente?
-Hermanos, es así. Si no nos dais donaciones monetarias, Dios no os bendecirá. E iréis al Infierno.
-Amigos, es así. Si me votáis, no subiré los impuestos. ¡Votadme!
-Hola, ¡vengo a presentarte el Aifon 8! Que es igual que el 7, pero… ¡Con un centímetro más de pantalla! ¡Y por sólo 299 euros más! ¿A qué esperas?
Cosas, y cosas, y más cosas que escuchamos casi a diario. Bombardeo constante. ¡Invasión zombie! Pero lo peor de todo, es que le echamos la culpa a todas esas cosas en nuestra vida. Si un amigo me ha fallado, mi vida es una mierda por su culpa. Si caigo enfermo, es culpa del Diablo, mi vida va mal por su culpa. Pues no, amigo mío, la culpa es TUYA, por permitir que las cosas de fuera afecten a tu vida interna.
Cada cual vivimos en nuestra burbuja, en nuestro mundo. Obvio, nuestro mundo no sólo consta de nosotros mismos, sino también de todas las cosas, creencias y personas que conocemos. Pero cada una de esas personas también tiene su mundo personal, su propia visión. Estar mal, o triste, o defraudado, es lo que te hace ser humano. Es algo normal. Pero el problema llega cuando entras constantemente en estos estados. ¿Por qué, si la felicidad, si las sonrisas nacen de dentro de nuestro cuerpo, tenemos que condicionarlas con lo que hay fuera? Me gustaría dejar constancia de esta reflexión. Nada ni nadie merece una lágrima, si es que te han hecho daño. Al hacértelo, perdieron todo el derecho a tenerlas. Me gustaría acabar esto con una frase, y es que, No importa cuántas veces anochezca, el sol siempre vuelve a salir. Siempre. Cierra los ojos. El sol volverá.
VÍA YO EVOLUCIONO
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