Los objetos, personas, y situaciones externas no pueden hacernos felices. La riqueza, la belleza, el poder, la fama, y la sabiduría mundanal no pueden darnos la felicidad. Los ricos, los bellos, los poderosos, los famosos, y los sabios también sufren.
Renunciar a los objetos del deseo tampoco puede darnos la felicidad. Si así fuera, los pobres, los feos, los oprimidos, los infames, y los ignorantes serían felices.
La vía central, el sendero medio, consiste en abandonar la creencia errada de que los objetos del deseo pueden darnos la felicidad.
VÍA YO EVOLUCIONO
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