Pero
es corriente que un hombre se muera incluso por la mordedura de una
serpiente no venenosa si cree que la serpiente puede matar a un hombre.
Por este motivo, los mantras y los exorcismos también pueden servir para
tratar una mordedura de serpiente. El canto de mantras y los exorcismos
son, en otras palabras, seudotécnicas. Una serpiente venenosa muerde a
un hombre. Lo único que hace falta es convencerlo de que el veneno de la
serpiente ha sido anulado. Eso bastará: el veneno ya no tendrá ningún
efecto. Es como si no hubiera habido ningún veneno. Y si la persona se
convenciera plenamente de que lo había mordido una serpiente, se morirá.
No se moriría por la mordedura de la serpiente, sino por la creencia de
que lo había mordido una serpiente.
HE OÍDO CONTAR LO SIGUIENTE:
Una vez sucedió que un hombre pasó la noche en una posada. Cenó por la noche y a la mañana siguiente se puso en camino temprano. Un año más tarde llegó a la misma posada. EL posadero se sorprendió al verlo.
-¿Estás bien? –preguntó al viajero.-Estoy bien. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?-Estábamos muy preocupados –dijo el posadero- Verás; la noche que pasaste aquí, cayó una serpiente en la olla y la guisaron con la comida que os sirvieron. Otras cuatro personas que comieron de aquella comida murieron poco después. No sabíamos lo que te había pasado, pues te marchaste muy de mañana. Estábamos muy preocupados por ti.Cuando el viajero oyó esto, dijo:-¿Cómo? ¡Una serpiente en mi comida!Y cayó muerto. ¡Había pasado un año! Y se murió de miedo.
HE OÍDO CONTAR LO SIGUIENTE:
Una vez sucedió que un hombre pasó la noche en una posada. Cenó por la noche y a la mañana siguiente se puso en camino temprano. Un año más tarde llegó a la misma posada. EL posadero se sorprendió al verlo.
-¿Estás bien? –preguntó al viajero.-Estoy bien. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?-Estábamos muy preocupados –dijo el posadero- Verás; la noche que pasaste aquí, cayó una serpiente en la olla y la guisaron con la comida que os sirvieron. Otras cuatro personas que comieron de aquella comida murieron poco después. No sabíamos lo que te había pasado, pues te marchaste muy de mañana. Estábamos muy preocupados por ti.Cuando el viajero oyó esto, dijo:-¿Cómo? ¡Una serpiente en mi comida!Y cayó muerto. ¡Había pasado un año! Y se murió de miedo.
Osho
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