Un hombre muy rico pidió a un maestro zen un texto que le hiciese siempre recordar lo feliz que era con su familia.
El maestro zen tomó un pergamino y con una linda caligrafía escribió:
“El padre muere. El hijo muere. El nieto muere”
- ¡Cómo! – dijo furioso el hombre rico – ¡Yo le pedí algo que me inspirase, una enseñanza que fuera siempre contemplada con respeto por mis próximas generaciones, y usted me da algo tan depresivo y deprimente como estas palabras!
- Usted me pidió algo que le recordara siempre la felicidad de vivir junto a su familia. Si su hijo muere antes, todos serán arrasados por el dolor. Si su nieto muere, será una experiencia insoportable.
Sin embargo, si su familia va desapareciendo en el orden que coloqué en el papel,se trata del curso natural de la vida. Así, aunque todos pasen por momentos de de dolor, las generaciones continuarán, y su legado subsistirá mucho tiempo.
Paulo Coelho
VÍA UTOPÍAS Y REALIDADES
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