viernes, 16 de mayo de 2014

UN SANTO EN LUGAR EQUIVOCADO...PAULO COELHO



Alguna vez le pregunté a Ramesh, uno de mis maestros en la India:

—¿Por qué existen personas que salen fácilmente de los problemas más complicados, mientras otras sufren por problemas mucho más pequeños, ahogándose en un vaso de agua?

Él simplemente sonrió y me contó una historia.

—X era un sujeto que vivió amorosamente toda su vida. Cuando murió, todo el mundo le decía que fuera directo al cielo: alguien tan bondadoso como él solo podría ir al Paraíso. Ir al cielo no era tan importante para él, pero de todas formas se fue para allá.

»En esa época, el cielo aún no había pasado por un programa de calidad total. La recepción no funcionaba muy bien, la joven que lo atendió dio una ojeada rápida a las fichas de encima del mostrador y, como no vio su nombre en la lista, le indicó que tenía que dirigirse al Infierno.

»Y en el Infierno, nadie exige identificador ni tarjeta de invitación; a cualquiera que llegue se le deja entrar. El tipo entró, y se quedó por allí...

»Algunos días después, Lucifer llega furioso a las puertas del Paraíso para pedirle explicaciones a San Pedro:

»“¡Eso que estás haciendo es puro terrorismo!”.

»Sin conocer el motivo de tanta rabia, Pedro le pregunta de qué se trata. Un trastornado Lucifer le responde:

»“¡Tú mandaste a aquel sujeto al Infierno que está acabando con mi prestigio! Llegó escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas. Ahora está todo el mundo dialogando, abrazándose, besándose. ¡El Infierno no es lugar para esas cosas! ¡Por favor, tráete para aquí a ese sujeto!”.

Cuando Ramesh terminó de contar la historia, me miró cariñosamente y dijo: —Vive con tanto amor en el corazón que si por equivocación vas a parar al Infierno, el propio demonio te llevará de vuelta al Paraíso.

www.paulocoelhoblog.com

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