“En la historia ha habido seres cuya acción e influencia han trastornado en un momento dado, la vida de millones de seres humanos. Pero, de hecho, sólo han sido los conductores de acontecimientos que se estaban preparando desde hacía mucho tiempo y de los que algunos de ellos tuvieron quizás la intuición. Igualmente, para aquellos que son las víctimas, un terremoto, por ejemplo, es un fenómeno que se produce repentinamente, pero en realidad, es el resultado de largos procesos anteriores de los cuales hubiera sido posible percibir las señales que lo presagiaban. Nada en el universo nace instantáneamente, nada se realiza en un instante, todo lo que aparece estaba ya en marcha desde hacía mucho tiempo. Nuestro mundo no es el de las causas, sino de las consecuencias.
Esta ley no sólo rige los acontecimientos que sobrevienen en la sociedad o en la naturaleza, sino que la vemos también actuar en nosotros. La salud y la enfermedad son sólo aplicaciones. Alguien se comporta bien, y después un día, bruscamente, es víctima de un accidente cardiaco o cerebral. Dice: «Este día es el que yo enfermé.» No, la enfermedad se declaró ese día, pero ya estaba en camino desde hacía tiempo.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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