Un hombre llega llorando al consultorio de un psicoanalista.
-¿Qué tiene usted?-le pregunta el especialista.
-Todas las noches sueño que un hombrecillo de chaqueta y sombrero rojos me viene a visitar y me propone:“¿Hacemos pipí juntos?”. ¡Y me hago pipí en la cama todas las noches!… ¡Ya no puedo más! -gime el paciente.
-Su caso no es grave -comenta el psicoanalista-.Le voy a dar una solución rápidamente. La próxima vez que el hombrecito se le aparezca, respóndale “¡ya hice!”, y no lo volverá a molestar.
-¿Eso es todo?
-Sí. Repítase todo el día “ya hice”, a fin de condicionar su mente a esa contestación.
El hombre repite la frase a lo largo del día, en el tren, en el metro, en la oficina, etc., y también cuando se acuesta en la noche antes de quedarse dormido.
A la mañana siguiente regresó llorando al terapeuta.
-¿Qué pasó? ¿Hizo lo que le aconsejé?-indaga el especialista.
-¡Sí, lo hice!-responde entre sollozos el paciente.
-Vamos a ver… cuénteme con toda calma qué ocurrió.
-Me dormí y, durante el sueño, el hombrecillo de chaqueta y sombrero rojos se presentó como de costumbre; me dijo: “¿Hacemos pipí juntos?”. Yo le respondí: “Ya hice”.
-¿Y luego?-pregunta el terapeuta.
-Luego el hombrecillo me dijo: “Entonces, ¿hacemos caca juntos?”.
Alejandro Jodorowsky: Cuando aceptamos seguir los métodos e ideas de otros, el mal que suprimimos por un lado, reaparece por otro. No se resuelve el problema cambiando un síntoma, sino trabajando sobre uno mismo. Nunca habrá solución si pretendemos que los otros nos solucionen los problemas que están en nosotros. El problema no era el hombrecito de rojo, sino algo real que estaba en él y que era la incontinencia.
Por no hacer instrospección, y buscar “muletas”, por no querer cambiar, por no saber qué queremos en verdad en nuestras vidas… Por no querer conocer nuestra propia realidad no resolvemos los problemas.
No se resuelve el problema cambiando un síntoma, sino trabajando sobre uno mismo.
FUENTE: PLANO SIN FIN
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