Podemos pensar en la vida como una sucesión de lecciones por aprender. Esta sería una interpretación “positiva” que nos permite sacar provecho aún de los obstáculos con los que inevitablemente nos toca enfrentarnos. Pero con una visión “negativa” o pesimista podríamos decir que la vida está llena de problemas que nos impiden ser felices. Vale la pena resistir esa interpretación negativa y aceptar los problemas como algo natural de la vida. Los problemas no son el obstáculo para la felicidad sino que muchas veces los usamos para justificar los “oscuros” estados de ánimo que estamos acostumbrados a sostener. Claro que hay que tratar de resolverlos, pero sin condicionar nuestra felicidad a la solución de ningún problema en particular. La felicidad nace de una decisión (la decisión de ser felices!) y de una actitud general de aceptación y de gratitud por lo que ya tenemos
VÍA AMARSE A UNO MISMO.
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