Se cuenta que un discípulo acudió cierta vez al maestro, y éste le preguntó:
-¿Para qué viniste aquí?
- Mouksha - respondió el discípulo (Mouksha es la palabra sánscrita que significa "libertad")
- Vengo para obtener la libertad.
- Oh, ¿La libertad? - Inquirió el maestro.
- Ajá
-¡Ve y averigua quién te ha atado!
El discípulo se fue y meditó durante una semana. Luego regresó y dijo:
- Nadie me ha atado
-¿Y para qué quieres entonces la libertad?
En ese instante los ojos del discípulo se abrieron y logró la libertad, logró la liberación.
Si ya eres libre, ¿Por qué buscabas libertad?. Tú no lo entiendes porque te has atado con todo tipo de cadenas imaginarias.
A. De Mello
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