sábado, 31 de marzo de 2012

TODO SIGUE...♥


Damos demasiada importancia a todo lo que nos sucede. No es que debamos pasar por la vida sin rozarla siquiera, pero debemos aprender a ponderar y en esa toma de medidas saber equilibrar lo que tiene mayor o menor transcendencia.
Estamos en un momento histórico en el que de todo, sobre todo aquello que esté relacionado con el “parecer” ante los demás y el “sentirse poderoso”, hacemos una asignatura pendiente.
Nos sometemos a una presión excesiva en el intento de estar siempre bien física y psicológicamente. Hay que ser lo más atractivos posible, lucir los mejores vestidos a los que nuestro presupuesto de lugar, alcanzar las mayores cotas de éxito en el trabajo y ni que decir tiene, la importancia que llega a cobrar, ir acompañado por alguien que aporte aún más lujo a nuestra vida.
Del otro lado, se sitúan los que deben conformarse con estar en el punto de descenso continuamente. Pero esas personas, por desgracia, en nuestras sociedades son invisibles a los ojos de una clase media que intenta por todos los medios parecerse a la siguiente en la escala.
Nos empeñamos en escalar demasiado alto, exigimos a los nuestros que sigan a los que tienen un perfil más exitoso y obviamos que la vida pasa en un soplo y que si algo hay que preparar, en primer lugar, es la estructura de las emociones para determinar una escala de valores que no devore a la persona y que la sitúe en un plano de felicidad sostenible y real que verdaderamente compense.
La vida es efímera y desgraciadamente, salvo para los que te quieren de verdad, todo se olvida demasiado pronto.
Estamos acostumbrados a que la muerte y las desgracias coman con nosotros frente a nuestra mesa en la pantalla de la TV, a recibir noticias impactantes de amigos que tienen su sentencia en una enfermedad sorpresiva, a enterarnos de muertes inesperadas que fulminan el corazón con la rapidez con la que se producen…pero en realidad…todo lo olvidamos rápidamente…y la vida sigue.
Sigue con y sin nosotros.
Por eso, no vale equivocarnos en los criterios de referencia cuando establecemos las prioridades para comportarnos en ella, ni cuando los utilizamos para exigirlo a quienes nos importan. Porque lo que de verdad es transcendente es lo bondadosos, compasivos y generosos que seamos y sobre todo, la capacidad de amar que nos acompañe. Es lo que dejará un rastro. Un perfume especial que tardará en extinguirse.
El resto…es siempre materia del olvido


de MIRA LO QUE NO SE VE..

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