Nuestros puntos de vista pueden hacernos olvidar lo fundamental: todo viene de Dios.
En una ocasión tres científicos paseaban por un jardín público y se detuvieron frente a una rosa roja.
- ¿Por qué la rosa es roja? -preguntó uno de ellos.
Cada uno comenzó a hablar según su especialidad. El primero dijo:
- Debe ser por el tipo de paquetes de onda que emite bajo el influjo de las radiaciones solares.
Otro añadió:
- No, más bien, es roja porque nuestra capacidad visiva cubre los siete espectros del arcoiris.
Y el último:
- En realidad se debe a la luz, ya que si este vegetal fuera iluminado por rayos gamma o ultravioleta, cambiaría su color.
Pero al improviso la rosa habló dejándoles desconcertados:
- Os equivocáis todos. Soy roja porque Dios así lo quiere.
Nuestros puntos de vista pueden hacernos olvidar lo fundamental y las explicaciones parciales pueden intoxicar nuestra vida. Pero la última respuesta está siempre en el que ordenó el universo tal como lo conocemos.
P. Miguel Segura
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