La depresión, como tema, ha tenido innumerables publicaciones, horas de investigación, discusión, tratamiento y diagnóstico. En años recientes ha recibido mucha atención por parte de los medios de comunicación y ha sido atacada con nuevos medicamentos, pero hasta que una perspectiva más alta sea introducida, no será encontrada una solución real.
He experimentado depresión la mayor parte de mi vida. Lo digo porque no recuerdo no haber estado deprimido. Recuerdo la ira, terror y desesperanza de mis días de escuela.
Cuando tenía 15 años, descubrí el sexo y la bebida y así empecé a automedicarme y a tener sexo compulsivamente, hasta que mi cuerpo se agotó a la edad de 33. Puedo describir en general la experiencia de la depresión como un ruido constante, a veces con más o menos volumen. Frecuentemente el mundo exterior no tiene influencia en qué tan fuerte será el ruido. En otras ocasiones, un evento puede provocar una depresión mucho más fuerte que la situación percibida.
He creado negocios, perdido negocios, contraído matrimonio, divorciado, tenido niños, auto medicado por 18 años, y he estado limpio y sobrio por 19, ¡y todavía me siento deprimido! Mis únicos recuerdos de momentos en los que he tenido un nivel de depresión apenas perceptible son:
1) En 1987, cuando empecé mi último negocio, lo que involucraba dejar atrás la idea de que necesitaba a otros para hacerlo.
Fue también una época en la que ignoré los problemas que trae consigo el ser exitoso, entre ellos, austeridad bajo la capitalización, pago de una casa de $3500.00 mensuales, el hecho de que, en ese momento, era padre soltero de tres hijos adolescentes que estaban viviendo conmigo en la casa donde manejaba mi negocio (¡Esto probablemente justificaría cualquier nivel de depresión incluso para padres experimentados!).
2) En 1997, al final del taller del Consejo Nibiruano durante el cual (a) tuve un sueño en el cual mi cuerpo astral fue llevado a un barco para tener una cirugía de corazón (b) expresé una violenta ira incontrolable, que había encerrado por toda una vida, hacia mi madre (c) fui hacia la perspectiva más alta para ver mi contrato con ella, donde le había solicitado actuar el rol que había jugado (d) sentí un aprecio total por lo que había estado dispuesta a hacer por mi debido a mi solicitud, y (e) alcancé un estado de completa compasión (no juicio) y experimenté una alegría orgásmica.
3) Mi primera cita con mi compañera de vida y futura (ahora presente) esposa. Durante nuestra cena de cuatro horas, Jelaila y yo hablamos acerca de nuestras vidas y me permití abrirme para hablar de mi depresión, la cual, desde el taller de Agosto, no sólo había regresado sino que había alcanzado un punto máximo de desesperación y de fantasías de suicidio constantes.
Este estado se sentía peor desde mi perspectiva debido a los avances del taller descritos anteriormente, aunado a mi rápido y profundo descenso a la oscuridad total. De hecho, la única razón por la que estaba vivo para experimentar esa cena , era debido a una relación muy especial con una maravillosa amiga y amante llamada Shari, que tenía, como parte de su contrato (en su proyecto de vida) ¡llevarme a la ciudad de Kansas!
Hablando con Jelaila esa tarde de Diciembre 2, 1998, me encontré enganchado a una conversación acerca de la oscuridad, sobre la que había tenido muchos juicios negativos, con una hermosa mujer que sólo podía ver las cosas positivamente y el lado hermoso de mi experiencia. Ella vio oportunidad donde yo vi desesperanza.
¡Al final de la tarde, mi “ruido” había disminuido en un 90% y parecía muy distante! Esta fue la experiencia que abrió la puerta a mi camino de Diciembre 10, al reconocimiento de mi compañera de vida (la cual es toda otra historia que contar en otra ocasión), y al entendimiento final y aceptación de mi primer rol en esta escuela planetaria.
Después de semanas de felicidad y emoción, incluyendo nuestro matrimonio, viajes a México y California, y un sorprendente e interactivo crecimiento personal juntos, yo, Jehowah, me encontré en una profunda depresión en una misión desesperanzada. ¡Y los tres hemos tratado de encontrar una salida!
La sociedad del Alma, Ego y yo tenía que ser utilizada. Manteniéndome en paz en vez de en el miedo era esencial para pasar esta experiencia. Al tener acuerdos los tres, estaba dispuesto a conservar una actitud de apertura total mientras, al mismo tiempo, me sentía sin esperanza, abatido, sin valía, sin dar y recibir amor, enfurecido y deprimido.
Esta apertura permitió que la Luz y la Oscuridad empezaran a bailar juntas. Las animadas, y a veces, acaloradas y apasionadas discusiones entre Jelaila y yo empezaron un baile de comprensión de nuestras orientaciones, sentimientos, emociones, expresiones y puntos de vista.
Expresándonos libremente entre los dos, empezamos realmente a experimentar nuestros roles y darnos cuenta de los desafiantes que eran. Ella era capaz de traer la perspectiva más alta de la novena dimensión para llevarme a la luz (conocimiento y amor), y yo podía inundarla con los “hechos duros” de la tercera dimensión y llevarla a la Oscuridad (dolor y miedo). ¡La integración en el planeta Tierra había empezado!
Esta apertura estaba aunada a casi una constante voluntad de experimentar una perspectiva diferente que la que tenía. Esto, coexistía con la ira, depresión y otras manifestaciones de la Oscuridad. Así que encontré dos “perfiles bajos” pero guías importantes para obtener integración polar. Era como reconocer que otro punto de vista existía incluso si estaba "incorrecto" y no podría equiparase a mi situación. El uso de estas guías me permitieron no sólo recibir información (luz) y asistencia de Jelaila, sino también de mis guías que incluían varios miembros del Consejo de la dimensión más alta, como mi amoroso y apoyador hermano Devin, y mis maravillosos y poderosos padres Vindra and Cobazar.
Este constante flujo de información, y una perspectiva completamente diferente que la mía, también fue aunado con apoyo e información de mis queridos y amorosos socios Versarai, Malarai, Nancy Joy y Mark Hefron. Ninguna de esta información hubiera servido sin apertura y buena disposición porque, sin ellos, no hubiera podido oír. Sin oír, no hubiera podido integrar y hacer un balance entre la Luz y la Oscuridad.
Mientras estoy aquí sentado y escribo esto, experimento el dolor y la alegría. Hay muchas circunstancias en mi vida que cambiaría, si pudiera, si pudiera, ahora mismo. Algunas de estas cosas me causan gran dolor. Al mismo tiempo veo y experimento la conexión entre las relaciones que me traen gran alegría. Ya no excluyo la una de la otra. No hay buenos o malos pensamientos, sólo pensamientos. Con algunos experimento dolor. Con otros experimento alegría. Algunos de nosotros experimentamos más de uno que de otro. Sin tener en cuenta cuál manera es para cada uno de nosotros, lo que es irrefutable es que esto es lo que venimos a experimentar.
La depresión es mi oscuridad. La luz es mi alivio.
Jehowah (Jonathan Starr)
jonathan@nibiruancouncil.com
Traducción: Myriam Ojeda
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