domingo, 4 de marzo de 2012

EN TU LISTA DE PENDIENTES, NO OLVIDES DORMIR por Maria Alecia Izturriaga



Ya dormiré cuando me muera”. Ese era mi lema en mi época pico de adicción al trabajo. Mis hijas estaban pequeñas, tenía un trabajo altamente demandante, viajaba mucho, tenía una vida social envidiable. Así que se podrán imaginar que las horas de sueño eran pocas e irregulares. Hasta soñaba con que inventaran un dispositivo que pudiera conectar a mi cerebro, sí, como un flash drive, para cargar allí toda la información acumulada y poder dormir con el disco duro vacío.

El estilo de vida que nos hemos impuesto conlleva unas exigencias que no caben en las 18 horas en las que en teoría, estamos despiertos. Así que se las vamos robando al sueño, porque es el único momento en el que no tenemos una hora tope de entrega, o una hora de llegada o algún compromiso con cualquier otra persona.

De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), la falta de sueño se ha convertido en una epidemia de salud pública, ya que sus consecuencias van desde errores en el trabajo hasta accidentes fatales por la falta de concentración o por quedarse dormido. Pero además, por su incidencia en enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, depresión y obesidad. Incluso, según un estudio reciente de la Universidad de Washington, presentado a la Academia Americana de Neurología, la interrupción del sueño podría ser una de las causas de la aparición temprana de Alzheimer.

Pero además, está comprobado que las horas de sueño perdidas no se recuperan después y que en la medida en que forzamos a nuestro cuerpo a permanecer despiertos, se nos hace más difícil retomar el hábito de dormir y corremos el riesgo de tener que recurrir a las pastillas.

¿Qué se considera dormir suficiente? Lo que sugieren los especialistas son 7 a 8 horas, aunque eso varía con la edad. Incluso, hay personas que con 6 horas de buen sueño están bien. Lo importante es lograr la desconexión del día para recuperarse mental y físicamente.

Dormir es tan importante para la salud como el ejercicio y la buena alimentación. Un buen sueño implica mucho más que borrar las ojeras de la cara, por lo que merece un lugar más importante en nuestra agenda de asuntos pendientes.

Para ello, debemos escoger y priorizar las cosas más importantes. Lo que realmente necesitamos, queremos y estamos en capacidad de hacer. No intenten hacer todo en la vida y menos el mismo día (hasta Dios se tomo 6 para crear el mundo). Aparte de que no les van a alcanzar las 24 horas, la ansiedad no les va a dejar descansar cuando por fin tengan el tiempo de ir a la cama.

¿Recomendaciones para dormir bien? Aquí en Inspirulina tenemos varias, para tener un sueño reparador, para los que practican Ayurveda, para los que como yo, son nocturnos y necesitan aprender adespertar más temprano.

Puedes comenzar hoy mismo. Prepárate desde ya y ¡dulces sueños!


 

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