Muchos de nosotros, hace mucho tiempo, escogimos ocultar nuestro amor porque alguien nos lastimó. Para poder sobrevivir al dolor, decidimos nunca exponernos nuevamente, pero ahora es momento de reemerger.
Así como los barcos están hechos para navegar, el corazón está aquí para salvar nuestras almas.
Hoy, perdona a alguien que te haya lastimado y tiende tu mano a un enemigo.
Yehudá Berg
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