- no dar trascendencia a las cosas que no la tienen, enojarse no sirve a un rábano;
- no volverse loca tratando de mantener la casa o el depto. como si estuviera por visitarte una delegación de la ONU;
- no interferir más de la cuenta en las idioteces que hacen nuestros hijos y/o nietos, los criamos bien así que ahora que se las arreglen como lo hicimos nosotras;
- si tenemos achaques u otros problemas de salud, sobrellevarlos lo mejor posible sin obsesionarnos;
- no pretendamos cambiar el mundo, ya cambió por su cuenta y nosotras quedamos al margen, paciencia;
- tratar de no mirar noticiarios principalmente a la hora de comer;
- es malo estar gorda, es malo estar flaca, es malo no tener más 45 años: ¿vale la pena hacerse mala sangre?
Para algunas de nosotras queda poco hilo en el carretel, al demonio con todo y disfrutemos al mango de lo que tenemos. Aunque nos cueste reconocer a esa mina que nos mira cada mañana desde el espejo, conviene mimar sin asco a la piba que llevamos dentro. Si no es ahora, ¿cuándo?
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