(Extracto de preguntas y respuestas de Canalización de Jeshua a través de Pamela Kribbe: "El dolor del nacimiento cósmico")
¿Cómo puede uno saber si está llevando partes no resueltas de uno mismo a una relación (que deberían trabajarse a través de uno mismo), o si uno está verdaderamente trabajando en la relación?
Cuando ustedes sienten que en una relación con otro surgen sentimientos de miedo, esto indica que hay que prestar mucha atención. Porque cuando el miedo está presente, es un signo de que ustedes sienten la necesidad de cambiar algo o de agarrarse de algo o de dirigir a alguien a alguna dirección. Los sentimientos de miedo siempre son un signo de que están temiendo perder una parte de ustedes mismos. Sin embargo, nunca pueden perder una parte de ustedes sin que ustedes lo permitan. No es el otro tomando algo de ustedes. Son ustedes que están creando el temor de perder.
Las relaciones con frecuencia son una mezcla de amor puro, en donde ustedes le permiten al otro ser libre y aceptan al otro, y de sentimientos de miedo, en donde juegan su parte aspectos de poder y dependencia.
Para darse cuenta dónde permiten ustedes que sus heridas interiores subconscientemente jueguen una parte en la relación, es muy importante ser concientes de los momentos o situaciones en los que ustedes sienten temor en su relación. Y cuando son concientes de esto, pueden dar una mirada profunda a esa parte de ustedes mismos. Esto quiere decir: cuando ustedes se dan cuenta, en un conflicto con otro, que están hablando desde un miedo interior que no tiene nada que ver con lo que el otro está diciendo o haciendo, se hacen responsables de ese temor: reconocen que es algo que les pertenece a ustedes y que es independiente del otro.
Vuelvan su conciencia hacia ustedes mismos y vean qué miedo hay dentro de ustedes y dense lo que necesitan. Vean que es un problema que solo ustedes pueden y deben resolver.
Esto no significa en absoluto que ustedes deberían terminar la relación o vivir solos. El asunto es que hay que crear claridad en la relación. Cuando ustedes se hacen responsables de sus propias emociones (negativas), ustedes pueden fácilmente y abiertamente comunicar estas emociones al otro. Si el otro les da el espacio para hacer esto, es el signo de que hay una buena base para prosperar en una relación sana. Ya he dicho con anterioridad que el objetivo de una relación de amor no es: curarse las heridas uno al otro. No obstante, una relación en la cual ambos en la pareja se hacen responsables y se reconocen como individuos independientes va a ser sana. El amor recíproco tiene una propiedad curativa.
En una relación amorosa, ambos en la pareja se aman y se respetan. En tal relación el otro también les refleja aspectos de ustedes. El amor que se den a ustedes mismos, va a ser exaltado y fomentado por la presencia de la otra persona. Ésa es una propiedad inspiradora.
Por consiguiente, el punto vital no es que ustedes no pueden recibir sanación del otro, sino que ustedes no tienen que volverse dependientes de esto.
Y cuando ustedes sienten que surgen sus miedos – también en la forma de celos, ira, decepción, expectación – estén alertas y registren el dolor y herida subyacente dentro de ustedes mismos que es, en esencia, su responsabilidad. El otro ciertamente puede tocar ese dolor con ciertos modos de comportamiento, pero es muy importante no dejarse seducir por el rol de víctima. Reconozcan que ese dolor es su creación. Eso es maestría.
(Extracto de preguntas y respuestas de Canalización de Jeshua a través de Pamela Kribbe: "El dolor del nacimiento cósmico")
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