Tú ya tienes preparada tu lista de deseos materiales y de cualidades personales deseadas, escritas como si ya hubieran ocurrido. Ahora llegó el momento de traducirlos a imágenes. Para ello deberás buscar en revistas, folletos, periódicos, etc., las fotografías o reproducciones de los objetos que tienes en dicha lista de deseos (puedes ir coleccionando una carpeta hasta tener una cierta cantidad, tratando de que sean de un tamaño visible a cierta distancia, atractivos y preferiblemente en colores brillantes).
Sobre una cartulina grande, ve pegando las reproducciones que tienes coleccionadas y ponlas en forma de espiral, empezando desde el centro y por orden de importancia o prioridades de tus deseos. Puedes colocar en el centro algún símbolo religioso que te refuerce la fe en un momento de duda y desde ahí comenzar la espiral. También agrega alguna frase bíblica, una afirmación o algún salmo, como el 23.
Así tenderas tu mapa armado, al cual siempre le puedes ir agregando imágenes de tus deseos o necesidades hasta saciarte. Las figuras recortadas no deben pegarse en su totalidad, sino sólo de un lado – con cinta adhesiva – para sostenerlas, pues ocurrirá algo muy curioso: cuando el deseo está a punto de materializarse se despegara como fruto maduro, algunas veces cayendo al suelo, siendo esto una buena señal. Deberás volverlas a pegar y esto aumentara tu expectativa.
Es aconsejable colocar tu mapa en la pared frente a tu cama para que lo mires directamente, expectante y proyectándote dentro de las figuras. Por ejemplo, si es un auto, visualízate manejándolo. Con esto refuerzas la lectura de tu lista de deseos. Esto hará que tu subconsciente acepte rápidamente la idea en que estás trabajando, pero debes hacerlo sin tensión, totalmente relajado y en realidad, vivirlos como si ya estuvieran en tu posesión. No olvides dar gracias a Dios por su pronta realización. El mapa de la riqueza es un camino fácil que requiere muy poco esfuerzo consiente para que tu cumplas todos tus deseos.
Tu has obtenido nada menos que un plano que te llevará a los más grandes tesoros materiales y espirituales .
Cómo se escriben los deseos
En primer lugar, debes detallar tus deseos materiales y los de tus mejores cualidades personales como si ya los hubieras cumplido. Por ejemplo:
• Tengo una casa en la mejor zona de la ciudad o en el campo. Con sala, comedor, estudio, tres recamaras, grandes jardines, alberca y garaje para tres automóviles.
• Tengo un Mercedes Benz, color azul y tapizado en piel, color gris.
Al principio consideramos conveniente que escribas menos de veinte deseos materiales. Los más urgentes o más importantes; y a medida que se vayan cumpliendo o que vayas tomando confianza, podrás aumentar a treinta, cuarenta o más deseos. Pero es muy importante no limitarse en cada deseo. Piensa que nada es mucho para ti. El que realiza el mapa de la riqueza debe vivir sin limitaciones. Pero no te olvides de la LEY DE DISPONIBILIDAD (deseos de fácil realización al principio para que vayas tomando confianza). Una vez anotados tus deseos materiales detállalos para mejorar tus cualidades personales espirituales.
Sin olvidar que el equilibrio entre lo material y lo espiritual es la base para la felicidad .
Por ejemplo:
• Si deseas bajar de peso deberás escribir: estoy delgado, mi metabolismo funciona perfectamente bien. Por mas que coma mucho no engordo. Pero me siento mejor comiendo poco. Como para vivir, no vivo para comer. Sólo como y tomo lo que me hace bien (como puedes ver siempre detallamos nuestros deseos como si ya se hubieran cumplido y siempre sin limitarse).
• Soy muy ágil, tengo mucha energía, duermo seis horas y amanezco despejado.
• Soy muy creativo, tengo pocos problemas pero cada vez que se me presenta alguno lo resuelvo con la ayuda de mi subconsciente, rápido y con alegría, porque mi gran creatividad me produce soluciones inmediatas.
• Tengo mucho valor para efectuar los cambios que deseo en mi vida privada y en mis negocios, por eso vivo una vida llena de permanentes aventuras
Como puedes ver, con el mapa de la riqueza , aprenderás que obtener un beneficio no implica perder nada sino al contrario, significa cambiar una situación por otra mejor y más equilibrada.
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