jueves, 17 de marzo de 2011

QUERER ES PODER...


No hay verdadero deseo sin facultad, y no hay facultad sin oportunidad.
Cuando usted realmente desea ser o hacer algo, cuando de verdad lo desea, eso es señal de que Dios quiere que usted lo haga y que El ha indicado su deseo dándole a usted la facultad necesaria . Es más: el mismo deseo es en realidad la propia facultad, que al pedir su expresión se le revela.
La gente tiene todo tipo de ansias pasajeras, pero un ansia pasajera no es un auténtico deseo. Un niño, en el verano, quiere ser pelotero profesional, pero en invierno quiere ser campeón de sky y durante las 24 horas posteriores al gran incendio que se desató al doblar la esquina querrá ser bombero. Su hermana va a la ópera, ve como la prima donna recibe multitud de flores, y quiere ser cantante, pero un mes después, cuando una científica recibe el premio Nobel, decide ser una gran química.
Ninguno de esos deseos es auténtico. Son caprichos fugaces. Un deseo auténtico perdura, y a medida que pasa el tiempo, su fuerza crece en lugar de disminuir. Es constante y sin altibajos.
Emmet Fox

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