Nada ni nadie, ni siquiera tu pareja, te dará la felicidad. La relación de pareja se parece a una terapia de autoconocimiento, que activa vivencias de apegos y traumas antiguos. Resolverlos juntos, sana, pero debemos hacerlo sin exigir al otro que nos dé lo que no nos dieron, o lo que nosotros mismos no somos capaces de darnos.
Si la idealización sobre estar en pareja es fuente de continuas frustraciones y desilusiones, es señal de que debemos iniciar un programa de desmitificación.
Una sencilla ecuación sobre la infelicidad en las relaciones: Falsas expectativas + baños de realidad = frustración continua.
VÍA PLANO SIN FIN
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