Todo en la Naturaleza es espontáneamente generosos.
Podemos ser generosos en la acción, en el sentimiento y en el pensamiento.
Cuando actuamos generosamente, partimos de una conciencia de prosperidad y abundancia, en la cual el énfasis está en la calidad y no en la cantidad.
Cuando sentimos generosamente, nuestra donación es espontánea e invisible.
Cuando pensamos generosamente, comprendemos que la alegría de dar y la capacidad plena de recibir son partes de una única dádiva.
SONIA CAFÉ
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