Cada persona tenemos un ángel. Una piel diferente, un olor distinto y una manera personalísima de hacer que a nuestro alrededor haya magia.
Puede que la impermanencia de la vida nos haya dejado disfrutar de alguien un tiempo y que luego el panorama humano cercano se renueve.
Puede que no siempre estemos con la misma gente.
Puede que aún nos quede muchas personas por conocer. Pero ante todo nos llevaremos la impronta única de cada una de las personas que pasen por nuestra vida, sin olvidar que algunas, estén o no, quedarán para siempre con nosotros.
VÍA MIRAR LO QUE NO SE VE
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