El hombre que no tiene problemas està fuera del juego. Elbert Hubbard.
Norman Vincent Peale, consideraba que los problemas eran sinónimo de vida. Aquí una de sus historias favoritas:
Un día, iba caminando por la calle cuando vi que se acercaba mi amigo George. Era evidente por su aspecto oprimido que no estaba rebosante de éxtasis y la exuberancia de la existencia humana, lo cual constituye una manera elegante de decir que George estaba tocando fondo.
Naturalmente, el pregunté:
¿Cómo estas George? Pese a que sólo era una pregunta de rutina, George me tomó muy en serio y durante quince minutos me describió lo mal que estaba. Y cuanto más hablaba, peor se sentía.
Al final, le dije:
-Bueno George, lamento verte tan deprimido. ¿Cómo llegaste a esto?
Eso lo movilizó.
-Son mis problemas-dijo-. Problemas, nada màs que problemas. Estoy harto de los problemas. Si pudieras librarme de todos mis problemas, te daría cinco mil dólares para que lo dones a tu sociedad de beneficencia favorita.
Bueno, yo nunca haría oídos sordos a semejante oferta, así que medité, rumié, reflexioné sobre la proposición y se me ocurrió una respuesta que me pareció muy buena. Le dije:
-Ayer fui a un lugar donde residen miles de personas. Por lo que pude ver, ninguna tiene problemas. ¿Te gustaría ir?
-¿Cuándo podemos hacerlo? Me parece un lugar fantástico- respondió George.
-En ese caso, George-dije-, me encantará llevarte mañana al cementerio Woodlawn, porque los únicos que no tienen problemas están muertos.
Si no tienes ningún problema, te advierto que corres un grave peligro; estás por irte y no te das cuenta. Si crees que no tienes problemas, te sugiero que corras desde donde estás, te subas a tu auto vayas directamente a tu cuarto y cierres la puerta. Luego arrodíllate y reza:
“¿Qué ocurre, Señor?” ¿Ya no confías en mí? Dame algunos problemas.Ken Blanchard.Un fragmento tomado del libro: “Un segundo plato de Sopa de Pollo para el Alma”.
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