Para entender todo, es necesario olvidarlo todo. De pequeños estamos en continuo aprendizaje.
Nuestro
mapa mental aún no está diseñado lo cual nos hace abiertos a “todo” y a
la capacidad de entender cualquier cosa. No sabemos juzgar.
A
medida que crecemos nuestra mente se llena de condicionamientos y
normas sociales que nos indican cómo debemos ser nosotros mismos, cómo debemos comportarnos e incluso qué debemos pensar interiormente.
Nos volvemos inconscientes con nosotros mismos y nos perdemos.
“En
el cielo no hay distinciones entre este y oeste, son las personas
quienes crean esas distinciones en su mente y luego piensan que son
verdad”.
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