Gabriel Sandler
Lo que es posible de imaginar, es posible. La distancia entre imaginación y realidad no es mucha.
Tu imaginación tiene una fuerza enorme para enfocarse e influir en aquellas cosas que tú generas en tu propia vida. Entonces, ¿por qué será que muchas de las cosas buenas y deseables que imaginas nunca jamás suceden?
Porque junto con las cosas positivas que imaginas, podrías estar imaginando también miedos y dudas en casi la misma proporción. Aunque tu imaginación tiene realmente mucha fuerza, podría estar usando mucha de esa fuerza para luchar contra sí misma.
Tus sueños, menos tus dudas, dan como resultado tu realidad. Para poder avanzar de verdad tienes dos opciones. Puedes achicar tus dudas, o agrandar tus sueños.
Mientras te vas moviendo por la vida, tu imaginación lidera el camino. ¿Te estará empujando hacia atrás con dudas y miedos tanto como, o incluso más, que lo que te está tironeando hacia adelante?
Decide imaginar las cosas buenas y valiosas con una pasión tan grande y con tanto sentido que superen largamente cualquier duda o temor que puedas sentir. Y muy pronto te descubrirás viviendo la realidad de tus más preciados sueños.
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